Nuestro gusto familiar por disfrutar de la naturaleza, por la vida en armonía con el entorno, por disfrutar de lo que nos brinda la tierra para satisfacer las necesidades humanas, nos llevó a recorrer muchos lugares en Perú y fuera de él y vimos en la selva peruana un potencial excepcional y maravilloso para brindarnos alimentos naturales que con cuidados orgánicos, nos proporciona frutos en las mejores condiciones de desarrollo que pueden llegar a cada poblador de la tierra. Es así como comenzamos a pensar en la producción de cacao orgánico para luego procesarlo; y con la garantía de nuestro proceso completo endulzar los paladares de chicos y grandes. Además de dar a conocer la diferencia entre un producto puro, orgánico y hecho de manera artesanal, que tiene muchos beneficios en la salud del consumidor en comparación a lo que el mercado libremente puede ofrecer. Eso nos lleva a enseñar y contribuir principalmente a nuestro país, a consumir un buen cacao de altísima calidad para llegar a convertirnos en un PAIS CHOCOLATERO.